J.M.E. / Diario de Navarra
Cuando en 1980 un puñado de aficionados crearon la asociación de amigos del guante «Laxoa Elkartea», confiaban en superar el reto de recuperar y mantener en los valles de Baztán y Malderreka esta modalidad deportiva que hasta la mitad del siglo XIX fue la más importantes de cuantas constituyen la pelota vasca, incluso muy por encima de la mano. El objetivo se ha cumplido, y este deporte de enfrentamiento directos, es decir, de un equipo enfrente del otro, se practica con normalidad a través de campeonato interpueblos.
Para celebrar el cuarto siglo de la asociación, el domingo en Irurita celebraron un partido entre viejas glorias, con posterior comida en la que fue homenajeada su primera junta directiva (Joxe Urroz, Cristóbal Urrutia, José Luis Carricaburu y Tiburcio Arraztoa), además de los 33 campeones de estos años. Como colofón, ayer fue presentado en Pamplona un libro sobre la historia del guante
La historia del guante laxoa
Tiburcio Arraztoa, uno de los grandes impulsores del guante a lo largo de toda su vida, junto con Jesús María Prim, ha dedicado los últimos años a recuperar información, documentos y fotos que ha plasmado en el libro Guante-Laxoa, la modalidad más antigua de la pelota vasca, editado con la colaboración de la Federación Navarra de Pelota, el Instituto Navarro de Deporte y Juventud, y la CAN.
La obra, de la que se han hecho 500 ejemplares de 538 páginas a 20 euros el ejemplar, fue presentada ayer en Pamplona por el propio autor, presidente de la federación de pelota, Miguel Pozueta, y Ramón Santesteban, del Instituto Navarro de Deporte. Entre los asistentes se encontraba el vicepresidente de la Pilota Valenciana Conrado Ferrando.
A lo largo de una treintena de capítulos Arraztoa desgrana toda la historia del guante laxoa, de las modalidades con las que ha mantenido parentesco, los reglamentos, los pelotaris, las herramientas, sus competiciones, sus hitos (un desafío Guipúzcoa-Francia en Irún reunió a 12.000 personas en 1846), su reflejo en las fiestas de San Fermín o sus tradiciones como la del rezo del Ángelus a las doce.
Mención especial merece el estudio de las plazas libres, desde las desaparecidas en un primer momento (caso de las de Pamplona, donde se jugó hasta fines del XIX)como de las actuales (Arraioz, Elizondo, Irurita, Oiz, Santesteban y Arizkun), antes de perderse en las zonas de Alduides y Bidasoa.
Laxoa Elkartea tiene mucho que ver en el mantenimiento del guante con sus campeonatos senior, infantil (incluído en los Juegos Deportivos) y juvenil, los partidos de exhibición, los encuentros de pelota a largo y el campeonato de paxaka.
Tiburcio Arraztoa concluyó en la presentación de su libro: «El guante laxoa, un rico patrimonio deportivo, histórico y cultural, goza de buena salud, aunque necesitamos de savia nueva» que lo vaya regenrando».