L. G. / Diario de Navarra
La escuela de pelota de Garde vivió el miércoles una jornada histórica con su visita al Labrit. Su responsable, Arturo Arbizu, vivió un día especial.
-¿Quién le metió en esto?
-La escuela empezó en 1997 con gente del valle del Roncal, y querían sacar la pelota adelante porque llevaba un tiempo un poco muerta. Como soy el pelotari de allí me propusieron coger la escuela y acepté.
-¿Qué le parece la experiencia?
-Trabajar con chavales siempre es bonito, sobre todo porque ves cómo progresan de año en año. El objetivo es que los chavales aprendan y a jugar a gusto a pelota. Yo les veo con muchas ganas.
-Dicen que en la escuela de Garde hay 100 chicos, 34 de ellos juegan a pelota.
-Es una cantidad muy importante porque hay que tener en cuenta que es la única actividad deportiva que tiene continuidad todo el año.
-¿Ya puede con todos?
-Son revoltosos y me cuesta, pero los voy manejando poco a poco.
-¿Qué es lo que más le realiza de todo esto?
-El ver la ilusión que ponen los chavales en el campeonato y en intentar ganar cada partido.
-Posiblemente el pelotari es el único deportista de elite que es agradecido con sus raíces y muchos llevan escuelas de pelota.
-Si no hay gente que se preocupe por los chavales y les enseñe a jugar, la pelota no tiene futuro.