Los excesos se pagan caroLos excesos se pagan caro

Unos serios Olaizola I y Zearra ganaron el torneo de Lekeitio Xala, que había jugado el sábado en Orozko, careció de frescura
JOSEBA LEZETA/ Diario Vasco

Asier Olaizola y Oier Zearra ganaron por 22-14 a Xala y Aitor Elkoro en la final del Torneo San Antolín, ayer en Lekeitio. Asier Olaizola repitió así el triunfo conseguido el año pasado en el mismo escenario, mientras que Zearra suma su primer título de este verano. La pareja de Asegarce, curiosamente, estuvo contra las cuerdas en la semifinal. Perdían 21-19 ante Gonzalez-Barriola y dieron la vuelta al marcador.

Olaizola I y Zearra, muy serios de principio a fin, rompieron la resistencia de Xala y Elkoro. Asier Olaizola participó en el juego mucho más que el día de la semifinal y castigó con fuerza atrás hasta lograr su objetivo: derribar a Elkoro.

Zearra, por su parte, logró su undécima victoria consecutiva en otra demostración de sacrificio y constancia, aderezada con dos dejadas al ancho en la recta final. Sólo perdió una pelota, un derechazo que se le escapó arriba. Después, nada. En el cómputo del torneo ha sido, sin duda alguna, el mejor y, de hecho, recibió el premio al pelotari más destacado.

La final se mantuvo equilibrada hasta el 14-12. Ninguna de las dos parejas cobró ventajas importantes en el marcador. Sin embargo, Elkoro cargaba con la mayor parte del trabajo de su pareja y se vislumbraba un partido largo para él. El cómputo individual de pelotazos mostraba que el zaguero de Elgeta pegaba el doble de pelotazos que Xala. Los excesos se pagan caro. Y Elkoro cedió.

No hay nada que achacar al de Elgeta, formidable hasta que el trote hizo mella en su derecha, muy justa al final. El peso pesado de su pareja era Xala y éste no rindió al nivel de las últimas semanas. El exceso, el verdadero, lo cometió el zurdo de Lekuine, quien la noche anterior jugó un partido en Orozko. Perdió en compañía de Pascual ante Titín y Goñi III por 22-13. El festival comenzó a las diez y media de la noche y su partido, hacia las once y media. Para cuando abandonó el frontón camino de casa serían aproximadamente la una de la madrugada. Catorce horas después ya estaba poniéndose los trapos en Lekeitio. Además, ayer hizo un calor asfixiante, por lo que la recuperación resulta más costosa para un deportista.

Saturados de partidos

Eso sí es un exceso y Aspe ha cometido bastantes este verano. Si se quiere dar verdadera importancia a un torneo como el de Lekeitio, las empresas deben cuidar estos detalles. Más aún en el caso de unos pelotaris ya saturados de partidos, sin necesidad de nuevas palizas. Dirán que existía un compromiso adquirido. Si tan importante es el festival de Orozko, no hace falta organizar un torneo en Lekeitio.

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