Juan Marínez de Irujo recobró ayer la txapela manomanista en un duro partido con grandes pelotazos. A veces el de Ibero se precipitó un poco pero eso no fe obstáculo para que venciera en un encuentro muy completo a Olaizola II.
Referencias
Irujo, el campeón funambulista (Joseba Lezeta, Diario Vasco)
¿Qué es lo más fácil cuando se tiene golpe? Pegar atrás. ¿Qué es lo mejor cuando enfrente hay un contrario que se las sabe todas como Aimar? Pegar. ¿Quién es el que más pega? Martínez de Irujo. Con estas tres preguntas y estas tres respuestas, la solución de la ecuación parece evidente: Irujo debe pegar atrás. Pues no. Irujo no sería Irujo si hiciera sólo eso.
Le va la marcha, es amante del riesgo, busca el remate cuando encuentra el mínimo resquicio. Es el campeón funambulista porque le gusta jugar en el alambre, por peligroso que resulte ello ante un Aimar Olaizola listo, inteligente como pocos.
Martínez de Irujo recupera su trono (Gara)
Y es que, tras un inicio igualado, Irujo se marchó en el luminoso hasta el 16-9. Poco después, con el 19-13 a su favor, el choque parecía ya visto para sentencia, pero un parcial de 4-0 para Olaizola II hizo que los fantasmas de una posible remontada similar a la de la pasada edición, en la que el de Goizueta levantó un 15-6 desfavorable, planearan sobre el Atano III.
Sin embargo, la vuelta nunca llegó, y Juan Martínez de Irujo consiguió por segunda vez la txapela de la competición más importante del calendario pelotazale, a las que hay que sumar las dos del Parejas que tenía.
Irujo explota (Eduardo Gómez, La Rioja)
Y fue quizá esta tensión lo más destacable del partido. Tanto Irujo como Olaizola acusaron esa enorme presión y no pudieron desarrollar todo el juego que atesoran. Irujo se impuso finalmente porque demostró ser un enemigo formidable, que logra imprimir a los partidos un ritmo endiablado, lo que exige a su rival estar atento tanto atrás como adelante, y a cortar de aire constantemente. Si a esto sumamos que Olaizola no ha estado particularmente afortunado en el saque y que sus cualidades de restador no han brillado tanto como en otras ocasiones, se comprenderá el resultado del partido.
“He estado más acertado que Aimar” Martínez de Irujo (Juan José Lorenzo, El Mundo Deportivo)
Comiendo una naranja y con la txapela recién conseguida sobre su cabeza entró en la sala de prensa Martínez de Irujo. “Hoy -por ayer- no me la despego”. Estás fueron las primeras palabras del delantero de Ibero, que pronto mostró su alegría por el triunfo logrado. “Estoy mejor que bien. Lo importante era ganar. Ya sabía que me iba a costar. No ha sido un partido muy brillante, pero mira, he acertado yo más que Aimar y por eso he conseguido la txapela. Estoy feliz”.
Mucha intensidad (Ladis Galarza, Diario de Navarra)
Me gustó mucho esta final. Dos grandes pelotaris han hecho un gran partido, con mucha intensidad. La ganó Irujo, que está con mucho golpe, en un gran momento. En alguna ocasión pecó de prisa, pero dejó claro que atraviesa un momento de forma impresionante. En un pelotari importa tanto el momento que atraviese como el nombre, y en Irujo coinciden ambos elementos con toda la fuerza. Quedó claro que quien apostó por él no se equivocaba. Respondió a esa confianza.Aimar también estuvo muy bien, con un juego que no es el suyo, a saque-remate, y que además le resultó. Le complicó mucho la vida a irujo, le dio guerra. Me gustó también Olaizola II, pese a que Irujo le sacó de su sitio a base de velocidad, dándole al aire y también a bote. Pero Irujo tenía su momento y lo aprovechó. Jugó como lo ha venido haciendo durante el campeonato.
Coronación en el Atano III (Jon Agiriano, El Correo)
Esta forma de jugar de Juan Martínez Irujo desespera a las gentes de gustos más sobrios y conservadores. Y a los apostadores, por supuesto. Por el contrario, el delantero de Ibero entusiasma a los aficionados que gustan de las sensaciones fuertes o que disfrutan más con la promesa latente de una genialidad que con la certeza de una jugada buena pero convencional. No es extraño que los jóvenes, que nunca admiran de corazón a un cartesiano, se pirren por él y que los niños compren su camiseta y le imiten en sus gestos de rabia y ánimo. (Probablemente también en sus juramentos). El veterano Marcelino Vergara le llamaba el otro día «el Ronaldinho de la pelota» y algo de eso hay. El navarro es ya un ídolo y su reinado se antoja largo. El doble campeón Luciano Juaristi, Atano X, lo decía a su modo al final del partido. «Si gana jugando mal y regalando tantos, el día que juegue bien…»
El rey del mano a mano (Miguel Áriz, Diario de Noticias)
Tenía una txapela del Manomanista, ya tiene dos. El Atano III no disfrutó ayer del mejor Irujo, pero sí pudo reconocer sus virtudes y sus defectos ante un Aimar Olaizola al que no se puede exigir más. Sus recursos le permitieron mantenerse vivo hasta el tramo final del partido, pero es muy difícil detener a un tren cuando circula a toda máquina. El delantero de Ibero tenía ganas de tomarse la revancha de esa dolorosa derrota de 2005, con remontada incluida, que le infligió Aimar (22-18), y no cesó en su empeño hasta lograrlo. 22-17 tras un encuentro más emocionante y tenso que constante en el juego, que se liquidó en tan sólo 218 pelotazos.
Hola:
Agradeceria muchisimo si alguien me dijera si hay alguna direccion a la que poder escribir a Martinez de Irujo.
Gracias