Mi particular fin de semana pelotazale (II)

Proseguí mi viaje pelotazale dirigiéndome a la capital riojana donde acudiría al partido de semifinales entre Titin III-Pascual vs Xala-Zubieta en el frontón Adarraga situado en la ribera del río Ebro.

La famosa calle Laurel y sus aledañas representan el lugar perfecto para disfrutar del inseparable vínculo entre un buen partido de pelota y la gastronomía de la zona. Me encaminé hacia allí teniendo claro en que establecimientos repararía gracias a una ruta gastronómica recomendada por un seguidor riojano de Manista (muchas gracias Miguel). Ésta consistía en la degustación de un pincho característico de cada local recomendado.

Finalizada la inmersión en la Laurel sólo me quedaba llegar al frontón con suficiente antelación al comienzo del festival para fotografiarme con los protagonistas de este maravilloso deporte, los pelotaris; y conseguir saludar y charlar brevemente con Xabier Euskitze, la voz de la pelota en ETB (camino a Madrid me notificarían la mención que hizo sobre mí en el transcurso de la retransmisión). Gorostiza, técnico de Asegarce, me animó a dirigirme hacia la puerta de acceso a vestuarios donde, a través de un técnico de ETB, pude hablar con el jefe de prensa de ASPE, que me emplazó a la rueda de prensa posterior al partido para poder retratarme con los Titin, Pascual, Xala y Zubieta. Así acabaría siendo.

Durante el duro partido planteado por la pareja azul pude compartir mi visión de lo que sucedía en la cancha con cuatro seguidores de Aitor Zubieta que se habían desplazado desde Etxarri, su localidad natal y también la del zaguero de ASPE. Todos coincidíamos en la calidad del partido que estábamos presenciando y la gran actuación de los cuatro pelotaris: Zubieta dominando a Pascual, Xala moviendo muy bien la pelota para evitar el juego de su rival en los cuadros cortos, Pascual exhibiendo una defensa enorme y Titín tratando de tomar la iniciativa en su zona de influencia cerca del frontis.

Acabado el encuentro quedaban 380 kms de regreso a casa. A la salida de Logroño el coche se quedó sin gasolina y tuvo que pasar 1 hora para poder recibir el combustible justo con el que desplazarme a la gasolinera más cercana. Finalmente, abrí la puerta de casa a las 02:00 y el despertador sonaría temprano. No importa, todo continua. La pelota sigue su curso, ya hay cartelera para el próximo fin de semana y yo, tras estos 2 días inolvidables, estoy más si cabe enganchado a ella. ¿La próxima etapa?: semifinales del Manomanista.

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