Ganan en la final a Alvarado y el “local” Isasmendi 19-22 en un gran partido de pelota. Uribe y Pérez se exprimen al máximo en la pelea por el tercer puesto e imponerse 21-22 ante Gerrero e Iriarte.
Magnífico festival de pelota el de la tarde de ayer en el frontón de Zigoitia. Dos grandes partido de pelota para cerrar la segunda edición del Torneo. Partidos diferentes, muy exigentes, con marcadores muy apretados y triunfos sobre la campana para las dos parejas azules.
La final enfrentaba a Alvarado e Isasmendi contra Mikel Rafael y Aitor Aguirre. Por estrecho margen, los colorados apuntaban a favoritos. Alvarado parecía llamado a dirigir la estrategia hacia el éxito y Mikel Isasmendi, su zaguero, a imponer el ritmo desde atrás. Pero no contaban, en realidad sí, con la persistencia de un corazón indomable como el que tiene Rafael dentro, y la sobriedad y aguante del numantino Aguirre. Éste devolvió todo, hasta desde el rebote y en mala posición, y Mikel, estratega, supo leer el partido y jugar con bolas de nieve para evitar el aire de Alvarado y mermar el empuje de Isasmendi. El partido fue dominado en todo momento por los colorados. Contaron con ventajas a favor siempre, hasta el tanto 19, con un Alvarado imperial pero sin terminar la faena. Isasmendi fue gastando poder conforme pasaba el tiempo y perdía fuelle en su mano derecha. Para protegerla tiró algo más de la izquierda pero no es lo mismo. Aguirre seguía a lo suyo, apostando por la tozudez y la resistencia, llevando a buena todo lo imaginable. Sólo el desacierto en un par de pelotas sencillas por parte de Mikel impidieron que el marcador se igualara mucho antes. Mikel no es infalible. Igualaron a 19 y de ahí hasta el 19-22 para sorpresa de un superpoblado frontón.
En el partido para el tercer y cuarto puesto, Gerrero e Iriarte se las veían con Uribe y Pérez. Bonito duelo entre líneas. Pérez y su cañón derecho y una elegante zurda e Iriarte –en su segunda juventud- llevador y listo, buen socio para un Gerrero batallado de zurda descomunal. La pelea en los alegres resultó espectacular. La cerró el joven Uribe, que alterno magníficos y también peores momentos para decidir con 21 iguales con un machetazo a la pared al que no llegaría Gerrero tras 80 minutos de dura, espectacular, cruenta batalla de pelota.