No hay acuerdo

A pesar de que se dejaron de lado anteriores polémicas, Irujo-GoñiIII y Olaizola I-Zearra siguen sin coincidir | El Ogueta, nuevo objeto de polémica
M.B.L. / la Estafeta de Navarra

Ya no quedan lugar a más rencillas. El último capítulo de las semifinales más duras del Mano Parejas comenzó a escribirse ayer en el Ogueta de Vitoria. Olaizola I-Zearra y Martínez de Irujo-Goñi III completaron, con menos polémica que en anteriores ocasiones, la tercera elección de material de un duelo extremadamente complejo, que ha trascendido la cancha con creces.

Una vez más, en la elección de ayer no hubo acuerdo posible. Los lotes separados por ambas parejas cumplen con los requisitos que venían anunciándose. Y, claro está, la costumbre hace que cada vez las quejas sean menos intensas. De hecho, ayer no hubo acusaciones ni espectáculos para el público. Se separaron sendos lotes diferentes y ya está. Todo lo demás es concentración para dos parejas que luchan por medirse en la gran final a Bengoetxea VI y Beloki.

Así, en el cestaño habrá el domingo cuatro esféricas de cuero vuelto y otras dos normales. Irujo y Goñi optaron por estas últimas, material con menos salida de frontis y bote violento, mientras que las de el mayor de los Olaizola y Zearra repitieron formas: botonas, de cuero vuelto y más encaminadas hacia la constancia que el remate.

Pero no todo en la jornada de ayer giró en torno a las esféricas. El Ogueta será protagonista inerte del choque del domingo, ya que su suelo parece más propicio para el remate que el de los anteriores escenarios. Pero tampoco en eso hay acuerdo posible. Mientras el guipuzcoano Oier Zearra explicaba al término de la elección que «aunque puede que salga un choque disputado no creo que sea tan largo como los anteriores», su rival en la zaga, Fernando Goñi, se desmarcaba de tal posibilidad: «El escenario no creo que tenga mucho que ver. A priori no se puede decir que perjudique o beneficie a nadie. Es un frontón que a los zagueros se les hace muy duro y quizás alguno de nosotros puede ceder». Y si los zagueros se fijaban en su trabajo, Asier Olaizola prefería contemplar la influencia del terreno en los cuadros alegres: «Aquí el suelo es rápido, pero si eso puede beneficiar a los rematadores, nosotros también podemos hacer daño».

En cuanto a las esféricas elegidas, Fernando Goñi explicó que «el material que hemos separado es más de lo mismo. Ellos han separado un lote de cuero vuelto y dos me han parecido pelotas botonas. Las nuestras en cambio son pelotas con más tiro por el suelo», algo que, sin duda, va en beneficio del mayor poder rematador de Irujo.

Pero son todas estas cuestiones que ayer se quedaron al margen, ya que ambas parejas prefirieron centrar sus comentarios en el juego que han de realizar para estar en la final. De este modo, Oier Zearra explicaba que «lo más importante será dominar la pelota y no caer en su ritmo de juego. Asier buscará controlar a Irujo para luego decidir el partido». Es decir, todo lo contrario que Fernando Goñi. El de Zubiri sabe que «es probable que el partido sea duro», pero «la clave será hacer los menos regalos posibles y estamos a tope y con mucha moral para jugar el partido».