Agurtzane Arizmendi / El Mundo Deportivo
Se esperaba una liguilla de semifinales muy igualada entre cuatro de los mejores pelotaris del presente Campeonato del Cuatro y Medio. Sin embargo, lo que son cosas, los dos encuentros de la primera jornada se saldaron con cómodas victorias de dos de los favoritos o sonrojantes derrotas de los otros dos, según el lado del que se mire.
La cara de la moneda fue para Aimar Olaizola y Abel Barriola, mientras que la cruz fue para Jorge Nagore, vigente campeón de la distancia, y para Yves Salaberry, Xala. A estas alturas, nadie duda ya de que el menor de la saga goizuetarra es el más firme candidato a recuperar una txapela que ya se caló hace dos temporadas. El navarro dejó en ocho el cartón del de Irurtzun.
Pero el resultado del sábado no es la única razón que le hace ser el aspirante más sólido a la txapela. Además, en octavos y en cuartos de final también logró sendos resultados humillantes para los rivales ya que dejó en siete a Imanol Agirre y en seis a Miguel Capellán. No suficiente con eso, el goizuetarra está mostrando un juego más que solvente. Con la chispa que ya demostró cuando fue campeón, el de Goizueta está en un inmejorable momento de juego, con claridad de ideas y mucha velocidad.
Abel Barriola también demostró una aplastante superioridad. Xala, que había sido el pelotari del verano y que venía también en un gran momento de juego, no pudo hacer frente el domingo a un leitzarra que recordó al de las txapelas del Manomanista y de la ‘jaula’. Con potencia, velocidad, un saque endiablado y mucha chispa, el navarro puso las cartas sobre la mesa y presentó su más que firme candidatura a la txapela.
El orden preestablecido de la liguilla exige que ahora se midan los dos ganadores. Así pues, vista la primera jornada, los aficionados ya se están frotando las manos con el partidazo que les espera este viernes en el Atano III (22.00 h. y con las cámaras de Euskal Telebista en directo) y cuya elección de material se celebrará hoy. El que gane tendrá ya pie y medio en la final. El domingo en el Aritzbatalde será el turno de que se enfrenten los dos perdedores en un duelo al límite