Irujo desesperó a Ángel Urzainki, a quien no hizo caso de sus consejos
Miguel Áriz / Diario de Noticias
El doctorado pelotazale le llegó ayer a Juan Martínez de Irujo en un partido más cómodo de lo esperado. Tras sucumbir en su primer examen, la final de Parejas, en la que los nervios no le permitieron rendir a su nivel, se presentaba a una reválida de órdago: su primera final individual, a la que arribaba tras un Manomanista de sobresaliente. Las grandes gestas se completan en solitario, y ayer el joven pelotari de Ibero sacó nota.
Pero en solitario sólo estuvo en la cancha. De hecho, su botillero, Ángel Urzainki, parecía ser un fantasma para Irujo, que desatendía una vez sí, otra también, sus consejos. Esa soledad que nada tenía que ver con lo que se vivía en las gradas del Atano III. Una legión de seguidores llegados desde la Cendea de Olza dejaron claro desde antes de comenzar el partido que si la hinchada de Xala se quería dejar notar tendría que regresar afónica a Iparralde. En ánimos, pancartas incluidas, ganaba Irujo. En estado de forma, quizá también, porque antes del partido se podía ver a Xala corriendo en los exteriores de Anoeta con aspecto tenso. Y, cómo no, en opciones de triunfo, según atestiguaban las apuestas.
El problema es que también ganó en nervios. La inexperiencia no parecía haber dejado de contar tras la final de Parejas y, pese a su comienzo fulgurante, con una afición enloquecida que agotaba el repertorio de canciones en su honor, el partido todavía no estaba sentenciado. Tras desembolsar 110 euros por la entrada de cancha, algún aficionado temía que el espectáculo fuera demasiado efímero. «Que nos quedamos sin final», comentaba un señor puro en mano.
¿Para qué fue urzainki? Pero Juan Martínez de Irujo, después de haber tenido que sufrir durante una semana más por el aplazamiento, no parecía querer que los aficionados, que abarrotaron el frontón donostiarra, sintieran que habían despilfarrado sus euros. A la par que Xala se asentaba y comenzaba a hacer gala de su afamada defensa, el navarro comenzaba a fallar. Era conocida su afición a entrar de aire, pero por momentos no parecía contar con más recursos en su repertorio y su buena racha se acabó. Urzainki seguía empeñado en su misión imposible, y pedía calma a Irujo, que seguía impasible. Calma y, como llevaba haciendo desde el principio del partido, que jugara más a bote.
Pero el navarro, que prefería seguir guiado por sus ansias de victoria, se dedicaba a improvisar. Sabía que le convenía hacerle caso, pero no lo hacía. Y fallaba. Y se desesperaba. Y Xala se le acercaba en el marcador. Irujo falló una volea, fue a por la pelota y, presa de su enfado, la golpeó contra el frontis. Un gesto de rabia que no fue entendido por la afición, que le abucheó, aunque sólo fue un reproche puntual. En su peor momento, y para alegría de Urzainki, Martínez de Irujo supo serenar sus ánimos y apagar el fuego que llevaba dentro, a la vez que encendía a sus seguidores, que, con el 14-12, habían empezado a considerar a Xala como un rival.
Pero el rival se hundió. Xala ya no fue capaz de anotarse ningún tanto y sus seguidores fueron engullidos por los del navarro. Irujo ya no fallaba y el marcador azul avanzaba irremisiblemente hasta el 22. Ahora era Xala quien se desesperaba junto a Pampi Ladutxe.
Finalmente el guión se cumplió. Irujo sumó el tanto 22 y estalló en alegría. Mucho más efusivo durante todo el partido que su rival labortano, la celebración no iba a ser modesta. Nada más calarse la txapela busco a su novia, a la que entregó el ramo de flores, y a sus padres, a los que cedió el trofeo y los llevó al centro de la cancha. Xala se marchaba cabizbajo al vestuario mientras Irujo, entre el delirio de la afición, se prodigaba en abrazos. Uno de ellos, con Ángel Urzainki. Al final sí se acordó de él.
los detalles
l Control antidoping. Martínez de Irujo y Xala tuvieron que someterse al final del partido al control antidopaje, algo que al navarro no le resultó nada fácil.
l Poco ‘glamour’. No hubo demasiados espectadores famosos en el Atano III. Entre las gradas se pudo ver a pelotaris como Arretxe o Koka , a ex campeones como Galarza , al Diputado General por Guipúzcoa, José Juan González de Txabarri, al presidente del Athletic, Ignacio Ugartetxe , o al presidente del Tau Cerámica, Josean Querejeta , junto a su entrenador, Dusko Ivanovic .