El domingo se juega en el Atano III, que rozará el lleno, la segunda semifinal del Manomanista
TINO REY/El Correo
Todo listo para las semifinales del Manomanista. En la del próximo domingo en el Atano III, que ha sido considerada como una final anticipada, colisionan Martínez de Irujo, vigente campeón, y Patxi Ruiz. Los dos navarros llegan a la trascendental cita con más dudas que certezas por las lesiones que arrastran.
El zaguero estellés se explayó a gusto ayer en la elección de material . Se le vio eufórico y queriendo jugar al despiste. «La derecha la tengo mejor, pero no está al cien por cien. Cuando me toco la mano siento alguna molestia», confesó con una media sonrisa.
Sin embargo, su médico -Íñigo Simón- considera que la lesión que arrastraba en el tendón del dedo anular «está completamente solventada». Incluso aseguró a EL CORREO: «A Patxi Ruiz se le ha retirado el tratamiento y puede golpear con fuerza la pelota».
Distracciones a parte, el representante de Asegarce llegará al frontón Atano III «pletórico y con los deberes hechos», en opinión de su preparador Salvador Bergara. «En la última semana ha llevado a cabo unos entrenamientos selectivos y en los que ha venido a demostrar que se encuentra bien de físico y de juego», añade.
En lo que concierne al material, tanto él como su rival coincidieron en la misma apreciación: «Son pelotas ideales para jugar mano a mano». Ruiz, cuando se le preguntó ¿qué puede pasar en el decisivo partido del domingo?, contestó: «Martínez de Irujo me puede barrer del frontón, pero yo también a él».
El zaguero navarro a la hora de diseccionar a su rival puntualizó: «Juan es un pelotari muy agresivo, incomodo para cualquier contrario y que sabe hacer muchas cosas, empezando por su defensa de aire y terminando por su extraordinaria facilidad para acabar los tantos». Y augura un partido «electrizante».
Dedo inflamado
Juan Martínez de Irujo anda a vueltas con el dedo meñique de su mano izquierda. «Lo tengo bastante inflamado y con dolor. De todos modos estoy mejor que cuando jugué el partido de cuartos de final contra Asier Olaizola». Por cierto, que no le gustó su actuación ante el de Goizueta, «era mi debut y lo terminé pagando».
Su traída y llevada lesión fue el epicentro de sus declaraciones. «El mayor problema lo tendré con el resto de saque, si me entra el miedo voy a tener serias dificultades para poder restar, porque el brazo se echa para atrás involuntariamente con el fin de evitar el dolor. De todos modos, si tengo que entrar de aire a los saques de Patxi no habrá ningún problema», matizó.