Pelotas amarillas para el remonte

La ida de la final del Máster Pacharán Baines, disputada el pasado sábado en el Labrit de Pamplona, sirvió no sólo para presenciar un buen partido de remonte, sino para realizar un exitoso experimento que puede resultar muy importante de aquí al futuro para las retrasmisiones televisivas pelotazales (al menos, de remonte): la entrada en escena de pelotas amarillas, como en el tenis, en lugar de las tradicionales en la pelota, de color blanco.

La idea se tejió desde la Fundación Remonte Euskal Jai, que se constituyó en 2004 para relanzar esta modalidad pelotazale, un trabajo que va desde la creación de escuelas hasta la toma de diversas medidas para la difusión del remonte. En este sentido, primero llegó la adaptación del material para jugar en frontones cortos, tales como el propio Labrit, o el Beotibar (entre muchos otros); y ahora se trabaja para optimizar las retransmisiones televisivas. Así, el pasado sábado se probaron pelotas de dos colores nuevos, granate y amarillo, con el fin de favorecer el seguimiento del juego. Y resultó que las amarillas fueron las que más y mejor y se vieron, tanto por remontistas, por el público del frontón como por los telespectadores.

Este color contrasta bien con cualquier tono oscuro, y se diferencia nítidamente de las líneas blancas que delimitan la cancha, todo lo cual es muy positivo para seguir la pelota por televisión, como explica Koldo Aldalur, de Euskal Telebista. “Las pelotas granates no se vieron bien, pero las amarillas dieron muy buen resultado. Hay que probarlas en el frontón Galarreta, que tiene un suelo de color claro, pero en uno oscuro como el del Labrit, se veían perfectamente. Para la televisión esto es muy positivo: en la mano no tenemos este problema porque el juego es más lento, pero en el remonte, sí. Es la diferencia que hay entre ver pelotazos a 70 kilómetros hora que verlos a 130”, concluye.

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