Profesionalidad ante todo

JULIÁN RETEGUI/El Correo

Antes de la última jornada de los octavos de final del Campeonato de Parejas se había especulado en ciertos sectores que los pelotaris tenían la capacidad de elegir contrarios para la siguiente fase de cuartos de final. Se hizo especialmente hincapié en este sentido sobre la oportunidad que tenían los hermanos Olaizola de evitar enfrentarse entre sí.

La llave del cruce la tenía Asier. Con perder el pasado domingo en el Astelena evitaba el duelo con su hermano en cuartos, que se disputan al mejor de tres partidos. Sin embargo, junto a Oier Zearra, superaron 22-18 a González y Pascual. Con la victoria se consumaba el futuro duelo fraticida entre los de Goizueta.

La resolución desnudaba de argumentos a todos aquellos que de antemano pusieron en tela de juicio la dignidad de unos deportistas. Tengo que felicitar a todos mis pelotaris porque han antepuesto la profesionalidad por encima de cualquier interés. Han defendido el color de la faja antes que un objetivo deportivo.

La profesionalidad, ante todo. En la cancha no hay amigos, ni padres, ni familiares de por medio. Todos son rivales. Sólo debe existir un mandamiento, llegar a 22 antes que el contrario. Y en una competición de élite hay que salir al frontón con el cuchillo bien afilado y sin concesiones de ningún tipo. Si te ganan, que sea porque el rival ha sido mejor que tú.

Con esta opinión no quiero decir que en los festivales normales los pelotaris salgan a la cancha con la guardia baja. En absoluto. Se juegue en Pamplona, Barakaldo, o Fuenmayor, bien a frontón lleno o vacío, los deportistas tienen la sagrada obligación de luchar hasta el último pelotazo por lograr la victoria. Repito, deben mirar constantemente a su ‘gerriko’ y nada más.Como así ha sido en este caso.

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