Soy Dominique Boutineau, presidente de la FIPV de 2002 a 2014.
Como tal, me gustaría hacer algunos comentarios sobre los Campeonatos del
Mundo de Biarritz de octubre 2022. (He conocido 14 campeonatos del mundo.
Las competiciones se celebraron ante un numeroso público y en un cálido
ambiente de conocedores de la Pelota y espectadores que la descubrieron.
Este Campeonato del Mundo no falló en la tradición con la reunión en la cima
de los pelotaris que vinieron para la mayoría muy bien preparados y motivados.
Cada cuatro años es una reunión muy famosa.
La mejor (hubo otras) fue, en mi opinión, la victoria del mexicano Álvarez en
mano frontón sobre el español Retegui; también cabe destacar el emotivo gesto, en trinquete, del jugador de mano trinquete, Baptiste Ducassou consolando a su oponente Sánchez, lesionado.
Lo peor fue el grave incidente provocado por el Presidente de la Federación
Española, Secretario General de la Federación Internacional; en este cargo hay que ser ejemplar en comportamiento y neutralidad. Este dirigente no tiene sitio en la FIPV.
La organización fue de media calidad, con problemas, entre otros, para la venta de entradas, pero un punto muy satisfactorio fueron las retransmisiones
televisivas, de buena calidad y numerosas, que me permitieron seguir, en parte, este Mundial para el que no había recibido acreditación; por ello, compré algunas entradas.
Un punto negro fue que las delegaciones de Pelota Vasca tuvieron que pagar
su propio alojamiento y comidas, mientras que a las delegaciones de Frontball
se les ofrecieron los mismos servicios así como el viaje; esto es una diferencia de trato que no es aceptable.
En cuanto al arbitraje, es un punto malo para la FIPV con demasiadas
decisiones cuestionables. No basta con pedir árbitros a los diferentes países, sino que es necesario, con una comisión de arbitraje seria, asegurar la competencia de los árbitros propuestos y hacer una formación previa.
El anuncio del Mundial en 2026 en San Luis (Argentina) es una excelente
noticia, con la previsión de inaugurar las instalaciones en septiembre de 2023, aunque el país, que atraviesa una gravísima crisis económica, debe encontrar los recursos financieros necesarios.
La validación de Bilbao en 2030 es también una buena noticia para esta
ciudad que fue candidata en 2002 pero cuya preferencia fue dada a Pamplona.
Volviendo al Mundial de este año, el trabajo de preparación de las selecciones de Francia y España ha sido de muy buen nivel, quizás menos el de otras selecciones, pero se tomó una decisión desafortunada, la de dejar entrar a los profesionales en las competiciones internacionales, lo que sólo benefició a Francia y España (sólo un profesional en Argentina), ampliando así le diferencia del nivel de juego entre estos dos países y los demás.
Como podemos ver en Cesta Punta, los profesionales no tenían nada que hacer
en este mundial, y aspiran a un campeonato propio con 8 a 12 equipos, como se
hacía en el pasado.
Y luego el hecho de clasificar a dos equipos para Francia y España es injusto
para los demás países porque les da dos oportunidades de llegar a la final, que es lo que le pasó a España, y además esta disposición no respeta las reglas internacionales,
También estaba la duración de la competición, que era demasiado corta;
organizar un Campeonato Mundial de 5 días es ignorar esta especialidad. Un campeonato mundial organizado cada cuatro años merece una duración de 10 días.
Si miramos al futuro, debemos preocuparnos por el nivel de juego de los
países porque podemos ver que en 2014 los equipos franceses y españoles
constituían el 53% de los equipos en la final, en 2018 era el 62% y en 2022 es el 68%.
Es muy grave el abandono de los países latinoamericanos, seguramente es el
resultado de una política que no apoya la práctica de la Pelota Vasca en sus
diferentes modalidades, siendo la prioridad de la FIPV la del Frontball a través de la asociación «Frontball development» que hace muy bien su trabajo pero lo hace en detrimento de nuestra Pelota.
Para la FIPV es más fácil desarrollarse a través del Frontball, una elección
hecha por sus dirigentes, y se puede imaginar desgraciadamente una futura
Pelota Mundial habiendo abandonado o dejado morir sus especialidades
históricas.
Los videojuegos de Frontball, la evocada denominación futura del «World
Frontón» en sustitución del título histórico, nos permiten imaginar lo peor.
Vosotros, actuales dirigentes de la Pelota de todos los países, debéis
posicionaros sobre lo que queréis que sea nuestra, vuestra, Pelota, que hemos
defendido para que se adapte a las evoluciones del deporte y de la sociedad sin perder sus valores.
He querido presentaros estas reflexiones sin más ánimo que el de alertar, no
teniendo ninguna intención de volver a involucrarme, lo cual está fuera de lugar para mí, salvo para poder expresarme y alimentar este debate que debe animar al mundo de la Pelota sobre su futuro.
Dominique Boutineau a 08-12-2022