Revista de la prensa pelotazale sobre el triunfo de Aimar Olaizola

Esto es lo que opinan los colegas de la prensa pelotazale:

Alfombra roja para Aimar (Joseba Lezeta en El Diario Vasco)

Siete minutos y nueve segundos de juego real le bastaron a Aimar Olaizola para calarse su sexta txapela del Cuatro y Medio y la undécima que consigue en la suma de las tres competiciones de primera categoría. El 22-9 que endosó a Oinatz Bengoetxea no ofrece lugar a duda. Fue muy superior sobre la cancha del Ogueta de Vitoria, donde el público esperaba mayor equilibrio y emoción.

Aimar mejora el guión (Javier Leoné en Diario de Noticias)

Cuentan que los buenos actores tienden a improvisar para mejorar los guiones. A introducir pequeñas variaciones en sus papeles para que las películas tengan mayor calidad. Aimar Olaizola no es actor. Es pelotari. Tampoco improvisa. Se dedica a jugar como sabe. Y ayer lo volvió a demostrar en el Ogueta. El goizuetarra se caló su sexta txapela del Cuatro y Medio.

El monstruo de las galletas (Igor G. Vico en Deia)

Porque una vez que todo el pescado estaba vendido y su contrincante, repartiendo a diestro y siniestro, era una sombra alargadísima bajo el haz de luz del Ogueta; una vez que ya no había modo de meter mano al escapadísimo Aimar, Oinatz, el pelotari velocista, pudo recomponerse, resucitar y salir del pozo en el que se encontraba, para hacer disfrutar a los pelotazales congregados en la cancha gasteiztarra, ávidos de sus ganchos, de su sacrificio, de sus piernas de relámpago, de su mirada descarnada al infinito, aunque ya no hubiera más que hacer. Solo entonces se volvió a sentir pelotari Oinatz, tal y como dijo después de la final. Solo entonces Aimar sintió una brisa en su amurallado resultado, asfaltado entre saques y tantos rápidos.

Con el hábito de campeón (Jon Ormazabal en Gara)

Además de ganar otra txapela, Aimar Olaizola puso ayer un ladrillo más a ese muro que parece haber construido y contra el que todos sus rivales parecen condenados a estrellarse irremediablemente una y otra vez. Tal es el estado de juego y mental que el delantero de Goizueta ha desarrollado que está en un momento en el que su sola presencia en este tipo de partidos logra descolocar a todos sus rivales. Tanto que incluso sus éxitos corren serio peligro de desvirtuarse, porque está logrando que hacerlo todo bien parezca algo sencillo y habitual.

Aimar Olaizola, campeón (22-9) (Javier Iborra en Diario de Navarra)

Aimar Olaizola tiene la virtud de hacer sencillo lo difícil, de jugar al mismo nivel una final con el frontón lleno, todos los focos apuntándole y el pesado cartel de favorito al cuello que una pachanga con sus amigos. Además de su calidad, innegable, es su regularidad, esa sensación de que nunca va a tener un bajón en su juego, lo que le convierte en un pelotari pétreo, casi indestructible cuando el marcador se le pone de cara.

Aimar Olaizola txapeldun lau t’erdikoan, seigarrenez (Berria)

Nagusi da Aimar Olaizola Olaizola II.a lau t’erdikoan (ere), eta Ogetako finalean berriro erakutsi du, 22-9 hartu duelako mendean Oinatz Bengoetxea Bengoetxea VI.a. Erraz eraman du txapela, seigarrenez eraman ere, 2002, 2004, 2005, 2008 eta 2011 ere irabazi zuelako.

Olaizola vapulea a Bengoetxea en la final del Cuatro y Medio (J. P. Martín en El Correo)

Aimar Olaizola no falla nunca. No en el Cuatro y Medio, donde ayer sumó su sexta ‘txapela’ que le convierten en un pelotari único. Ha ganado siempre que ha jugado una final. Y el triunfo le sirve para agrandar su leyenda. La historia de la pelota le tiene reservado un sitio entre los mítos, y eso que todavía cuenta con 33 años y tiene mucha cuerda para rato.

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