Pablo Almárcegui
La elección de material previa a la gran final del Torneo Faustino del sábado discurrió ayer en el frontón Galarreta de forma plácida, sin problemas de ningún tipo. Como estaba previsto, las dos parejas finalistas, Altuna I-Etxeberria III y Urriza-Lizaso, eligieron a cada seis pelotas, todas ellas entre los 126 y los 129 gramos (Lizaso separó tres esféricas de 129 gramos y otras tres de 127, mientras que Etxeberria III se quedó con dos pelotas de 128 gramos, dos de 129, una de 126 y otra de 127).
Foto Joseba Zabalza
El material en ambos casos es parecido, dentro de un lote muy similar, según explicó el director deportivo de Galarreta y Euskal Jai, el ex remontista Kike Elizalde. “Se trata de pelotas que sólo se han utilizado una vez, para probar cómo era el lote. Todas son muy parecidas, no tienen uso y sí toque… es el mismo tipo de material que se ha utilizado durante todo el Torneo Faustino, con la particularidad de que sólo se han usado una vez, por lo que quizá sean un poco más vivas al principio, pero poco más. Puede que el día de la final haya más o menos humedad en el frontón, pero tengo claro que el material no va a influir para nada en el resultado. Son pelotas iguales que las del desempate entre Urriza-Lizaso y Ezkurra-Olazar… ojalá que en la final salga un partidazo como ese día”, comentó Elizalde.
El zaguero de Santesteban Iñaki Lizaso mostró su satisfacción por las características de las pelotas presentadas en el cestaño. “Me parecen pelotas muy buenas para jugar, son normales: no son ni botonas, ni ligeras, ni toscas… el material ofrece todas las garantías. No va a influir, pero habrá que pelotear duro”, dijo Lizaso, que advierte sobre el peligro de sus rivales. “Altuna I y Etxeberria III son dos remontistas muy técnicos, que tienen sus punto fuerte en la defensa. Se trata de dos rivales muy incómodos para cualquiera, a Urriza y a mí nos va a tocar trabajar mucho en la final”, aseguró un Lizaso que disputará el sábado su primera txapela por parejas. “Es la única txapela que me falta, la verdad es que tengo una espina clavada. Nunca había conseguido llegar a la final, pero justo lo he conseguido el año en el que jugaba con un debutante como Javier Urriza”, señaló Lizaso.
Por su parte, el delantero de Amezketa Imanol Altuna coincidió en el diagnóstico en torno al material. “No tengo ninguna queja, son pelotas muy parecidas a las presentadas a lo largo del campeonato… hay lo que esperábamos. Dentro de eso, hemos elegido un poco de todo, unas pelotas con más salida y otras más secas, con la idea de poder enfocar el partido en función de cómo no vaya”, explicó el guipuzcoano.
Las entradas de la final han salido a la venta al coste de 30 euros. Por otra parte, los apostantes cantarán posturas iniciales a favor de Urriza-Lizaso, en principio, de 80 ó 90 a 100 a su favor con el 0-0 en el marcador. La exhibición que realizó la pareja navarra en su semifinal, en la que eliminó a Ezkurra-Olazar, ha calado en la cátedra de Galarreta.