Juan Luis Ibarretxe / Deia
Patxi eugi está de nuevo en el punto de mira de la actualidad pelotazale. El de Agoitz regresó el domingo a las canchas después de cuatro meses en el dique seco por un nódulo fibroso en la mano que se le infectó y le obligó a pasar por el quirófano el 23 de junio. Una vez superada la lesión, el campeón navarro atendió a DEIA después de su entrenamiento.
¿Qué tal se sintió el domingo en su regreso?
Bastante bien, al principio estaba un poco descanchado, pero físicamente anduve bien, hice algún tanto bonito y le pegué a la pelota; es como para estar contento.
La nota más positiva fue la respuesta de su mano.
Eso fue lo mejor con diferencia. Siempre tienes dudas, pero le “solté” y me molesto muy poco.
¿Se arrepiente de haber jugado aquel partido contra Xala en el que se lastimó la mano?
Ni mucho menos. Las decisiones hay que tomarlas en cada momento, yo decidí jugar y ya está.
¿Le dolieron las cosas que se dijeron entonces de usted?
Existen críticas para todo y se deben asumir. Cuando las cosas van bien, hay que tener los pies en el suelo; y cuando van mal, también.
¿Se le ha hecho muy larga la espera hasta su regreso?
Todas las recuperaciones son duras y largas y perderte todo el verano es algo duro.
¿Se llegó a desesperar ante la imposibilidad de jugar?
No, lo que intentas es recuperarte y te vuelcas en ello. La lesión está ahí pero te olvidas de la tristeza.
¿Pasó envidia de sus compañeros durante el verano?
Sí, a lo largo del primer mes estuve desconectado y luego, a medida que hacía manos, veía partidos y sí me entraba una envidia sana.
Ahora se centrará en el Cuatro y Medio.
No cabe duda de ello. Será mi objetivo y espero cuajar una buena actuación.
¿Sentía que podía haber alcanzado la final del pasado Manomanista?
Me veía bien, no sé hasta donde podría llegar, pero andaba con juego. Las cosas vienen como vienen, no hay que darle más vueltas, pero quizás sí me veía como para alcanzar la final.
Usted llegaba a la pasada edición en mejor forma que en anteriores ocasiones.
Sí, hacía muchos años que no me sentía tan bien. Hice una gran preparación, pero la pena es que se estropeó la mano.
¿El Individual está cada vez más abierto?
Sí, hay seis o siete pelotaris que pueden ganarlo tranquilamente.
El pasado Manomanista fue para Irujo, uno de sus compañeros de entrenamiento.
Sí, lo suyo es digno de halagar, ya que en un año ha conquistado el Manomanista y ha llegado a la final del Parejas. Está jugando a un gran nivel y hay que contar con él.
¿Y con usted, habrá que contar para el año que viene?
Creo que sí. Si me encuentro bien soy uno de los aspirantes, aunque eso hay que demostrarlo.
¿Le gustaría disputar una nueva final individual contra Rubén Beloki?
No me importaría, aunque lo más importante sería que llegase yo.
¿Se ve campeón de nuevo?
Eso es muy complicado, porque antes hay que llegar a la final, pero yo me veo para estar ahí, luchando. Luego hay que ver el momento de forma en el que te pilla.
¿Los veteranos no le tiran de las orejas a los jóvenes que se están haciendo con los títulos en los últimos años?
Yo no soy quien para tirar de las orejas a nadie. Ellos juegan una barbaridad y lo que tenemos que hacer es aguantar lo máximo posible y ponerles las cosas difíciles.
¿Tiene una espina clavada con el Parejas?
Disputé una final y la perdí, no he logrado ningún título, peor aún me queda tiempo y vamos a esperar a ver qué sucede.
Por último, usted ganó un Mundial con un vizcaino
Sí, fue con Azkarate en 1990, yo tenía 18 años y guardo un cariño especial tanto hacia Fernando como hacia aquel campeonato.