Ninguno de los manistas que han empezado el campeonato desde la zona baja de la escalera ha conseguido llegar a cuartos de final salvo Gonzalez Irujo fue la excepción en 2004; empezó desde abajo y se llevó la txapela.
ENRIQUE ECHAVARREN / Diario Vasco
Esa es la pregunta que se hacen algunos pelotazales una vez concluida la ronda de eliminatorias de octavos de final del Manomanista. Ninguno de los pelotaris que comenzó el campeonato desde la zona más baja de la escalera ha conseguido llegar a cuartos de final. Quien más cerca ha estado ha sido Oskar Lasa, quien cayó el domingo en el Municipal de Bergara ante Asier Olaizola por un contundente 22-7. El zaguero de Etxarri llegaba tras superar dos eliminatorias. Derrotó en su debut con muchos problemas a Esain en el Beotibar de Tolosa (22-20) e hizo lo propio después con Oinatz Bengoetxea en el Labrit de Pamplona (22-12). El resto sólo ha ganado un partido, algunos ni eso, y se han tenido que ir para casa.
En esa lista figuran Berraondo, Esain, Peñagarikano, Galarza V, Bengoetxea VI, Agirre, Koka, Pascual, Barriola y Beloki. Resulta curioso, y a la vez sorprendente, que dos de los últimos campeones -Beloki cuenta con cuatro txapelas y Barriola una- tengan que ver ahora los toros desde la barrera.
En el caso del leitzarra, un esguince de tobillo en el último entrenamiento previo a su duelo con Gonzalez le ha privado de participar en la competición reina de la pelota. Beloki tampoco pudo hacerlo en la edición del año pasado al fracturarse el codo en la semifinal del Parejas disputada en el Ogueta.
El zaguero de Burlada se encontró de primeras con que su empresa le había bajado dos escalones en el ranking del Manomanista 2005. No le hizo ninguna gracia, pero acabó aceptándolo. «Si pierdo esta primera eliminatoria, igual el año que viene me veo jugando en Segunda», dijo con sorna. Y encima quedó encuadrado en el grupo más fuerte. Rubén ganó primero a Fernando Goñi en el Labrit (22-2), pero el sábado se vio superado en la bombonera pamplonesa por Patxi Ruiz (22-15).
Gonzalez, la excepción
La excepción que confirma la regla es Sebastien Gonzalez. El zurdo de Askain se ha colado en cuartos gracias a la lesión de Barriola, pero a punto estuvo de despedirse a las primeras de cambio. Eliminó con mucho sufrimiento a Koka en el Municipal de Bergara (22-18). En cuartos se verán las caras los cuatro semifinalistas de 2004 -Martínez de Irujo, Olaizola II, Eugi y Xala-, con Olaizola I, Zearra, Patxi Ruiz y Gonzalez. Cuatro pelotaris por empresa de los diez que empezaron el campeonato.
Pero hay quien se pregunta: ¿qué méritos han hecho algunos pelotaris para seguir figurando año tras año en la lista de elegidos para el Manomanista? ¿Es justo que un campeón como Beloki quede eliminado así? ¿La escalera es igual para todos?
El ejemplo de Irujo
Pero también hay quien puede poner el ejemplo de Martínez de Irujo. El chaval de Ibero fue incluido en el campeonato de 2004 tras su gran actuación en el campeonato de Parejas, donde llegó a la final. Hubo cierto revuelo entre quienes consideraban que era demasiado pronto y quienes pensaban que ya tenía entidad como para jugar con los mayores. Los primeros se equivocaron ya que Martínez de Irujo fue ganando uno tras otro todos sus partidos y se proclamó campeón. Lo malo es que este año nadie ha seguido su estela. Parecía que Oinatz Bengoetxea podía hacerlo, pero el leitzarra está verde aún.
Antes de la confección del campeonato hubo sus más y sus menos entre las empresas. Aspe tenía el derecho a iniciar la competición con once manistas tras los resultados de 2004, pero al final se llegó a un acuerdo y ambas empresas presentaron en la línea de salida a diez pelotaris. ¿Hay veinte verdaderos manomanistas en los cuadros de Asegarce y Aspe? No. Los candidatos son los que están en boca de todos. El resto simplemente están para cubrir fechas. Desgraciadamente, esta es una historia que se repite año tras año y nadie, por el momento, quiere ponerle freno.