Juan Ángel Monreal / Diario de Noticias
Nadie como Rubén Beloki para entender la última década del mano a mano. El 21 de mayo se cumplirán diez años de su primera txapela en Primera y el burladés quiere celebrarlo de la mejor manera posible: optando a lograr una más. Para ello le espera una línea terrible, repleta de adversarios cualificados. El siguiente de ellos será Patxi Ruiz, que mañana saldrá al Labrit dispuesto a poner en entredicho la teórica superioridad del burladés.
Vuelve al Manomanista tras la ausencia de 2004. ¿Resultó muy doloroso perderse el mano a mano?
Sí, da mucha rabia, sobre todo cuando estás bien, como era mi caso. Había llevado el Campeonato de Parejas con más comodidad que este año y me veía ganando las dos txapelas, la verdad. ¿Cómo no voy a verme con opciones jugando con Aimar? Fue un palo gordo.
Y ahora le bajan dos puestos de golpe…
Sí. Yo esperaba que sólo fuera uno, que me dieran perdido por 22-0 y que me colocaran el octavo, pero han decidido lo contrario. Para ponerme a mí tendrían que haber quitado a otro… El sábado, fui al encuentro con bastante presión, porque si perdía me veía casi en Segunda. Luego salió un encuentro bastante fácil, pero acudí con cierto miedo.
En el partido frente a Goñi dio una impresión muy buena. Sacó, pegó y acabó los tantos.
Terminé contento, porque no había podido entrenarme mucho. He hecho algo de velocidad y poco más. Noto que me falta trabajo de base acumulado. El sábado vencí con facilidad. Fernando es un pelotari como la copa de un pino, pero no es manomanista y yo acerté a terminar el tanto, que es muy importante. Mano a mano, cuando tienes más golpe se marca mucha diferencia, no es como por parejas, que el zaguero contrario siempre está atrás. Aquí hay que moverse y hay que acabar adelante, porque sólo a pelotazos no rompes.
Pero Patxi Ruiz, en teoría, ya es otra cosa…
Sin duda. Él es un campeón y ha tenido mes y medio para preparar este partido. Va a ser un choque de trenes entre dos pegadores. Patxi es un pelotari explosivo. Yo creo que va a ser un partido igualado, muy violento y poco peloteado. Más que físicamente, va a ser duro en el aspecto psicológico. Será también un choque de fuerza, de mucho sotamano, en el que no hay que dudar. Hay que ir a por la pelota decidido.
Ruiz es un gran sacador. ¿Ha preparado los restos de saque?
No mucho. Estoy restando a gusto. Me he centrado más en sacar, pelotear duro y tirar la dejada.
En mayo se cumplen diez años de su primera txapela. Aquel fue el campeonato de su eclosión y entonces firmó una temporada espectacular. ¿Es ahora mejor o peor pelotari que entonces?
Yo creo que soy mejor. No tengo la chispa de entonces, pero creo que juego más, aunque aquel garrote ya no vuelva. Ahora, en encuentros concretos, me veo con tanto golpe como entonces, pero antes el golpe me duraba los 12 meses.
¿A qué ha aprendido en este tiempo?
Sobre todo, se aprende a decidir a qué pelota hay que darle y a cuál no. Ahora, a lo mejor tengo diez pelotas en un partido, voy ciego a por ellas y meto tres rebotes seguidos.
¿Se ve mejor por parejas que en aquellos años?
Llevo dos años muy bien. También he aprendido a programarme, a preparar los campeonatos y a seleccionar los esfuerzos. Y luego hay un aspecto fundamental, que quizá la gente no nota, pero que a los zagueros nos afecta muchísimo: solemos sufrir una barbaridad de manos de los 20 a los 25 años. Lo que ocurre es que eso no lo sabe nadie mas que el pelotari. Ahora disfruto jugando y eso es primordial. Y si el Manomanista te pilla con las manos mal, entonces sí que no tienes nada que hacer. Hay que estar al 100%. En cuanto tienes un pequeño problema no puedes ganar la txapela.
Sin embargo, a mediados de los 90 parecía que usted lo iba a ganar todo. ¿Cree que podría tener más txapelas?
Sí, es posible, pero también podría tener menos. Yo siempre digo que la primera que gané, contra Errandonea, también la podía haber perdido (nota: fue perdiendo por 15-12), y en las dos que tengo por Parejas también empecé perdiendo. Creo que, para la competencia que hay ahora mismo, que es sobrada, ya tengo unas cuantas. Esto no es como cuando jugaban dos.
Y ahora le llega lo más duro. Le espera una línea tremenda.
Pero no puedo pensar en eso, por mucho que este encuentro podría ser tranquilamente una final. Estoy seguro de que Patxi va a jugar muchas finales del mano a mano.
¿Se ve en condiciones de ganar el título?
En eso estamos. Yo llego al encuentro bastante tranquilo. Lo hecho, que ha sido muy poco, hecho está. Ahora lo único que hay que esperar es que no surja ningún contratiempo. En esta competición, cualquier pequeño problema se magnifica. Tienes un pequeño catarro y ya piensas que no vas a mover la pelota.
Elecciones en Bergara y Amorebieta
El encuentro que jugarán Beloki y Ruiz no será el único de la jornada. El domingo habrá dos encuentros interesantes, que medirán a cuatro pelotaris que quizá no ganen nunca el mano a mano, pero que poseen cualidades para incordiar a muchos rivales. En Amorebieta, Iñigo Pascual se las verá con Oier Zearra en un choque que medirá las prestaciones del zaguero de Abárzuza, de cuya derecha siempre se espera mucho. Los dos pelotaris estuvieron ayer eligiendo material y quedaron satisfechos. Pascual se decantó por dos pelotones de 106,9 y 106,6 gramos, mientras que Zearra optó por balines: 102,5 y 102,2 gramos. Pascual tenía clara una cosa. «Tendré que aprovechar más la pelota cuando estoy adelante y terminar los tantos mejor que la semana pasada». No le falta razón. Ayer también hubo elección de material en Bergara, donde entrará en circulación la tremenda derecha de Asier Olaizola. Oskar Lasa será su adversario y también se quedó con un material pesado. 104,6 y 106,4 gramos. Olaizola I optó por un lote de 103,4 y 102,3 gramos. «Estoy demostrando que soy un rival incómodo», dijo Lasa.