JAVIER HERNÁNDEZ / Diario de Navarra
LA primera sensación del Cuatro y Medio 2005 es la de inseguridad y la inconsistencia de los presuntos favoritos. Aun hay mucha tela por cortar y todo lo que se apunte ahora no debe pasar del mero síntoma. Pero parece claro que los nervios han hecho temblar el pulso de Patxi Ruiz, Asier Olaizola y Patxi Eugui. Los tres sufrieron lo indecible parea sacar adelante sus respectivos compromisos. Del Rey, Capellán y el jovencísimo Saralegui llegaron a tocar el cielo luego de pasar por el infierno. La falta de temple arruinó su posible éxito. No acabaron de creer en sus posibilidades.Jugar dentro de «la jaula» ya no es un tema exclusivo de delanteros y la modalidad exige una preparación y unas condiciones que ahora mismo resultan casi imposibles por falta de tiempo. Los pelotaris llegan a la primera convocatoria del curso de competición con las fuerzas gastadas por un verano ajetreado. La intensidad pasa factura. El entrenamiento específico se echa en falta.
Patxi Ruiz no puede estar ni medio contento por su precaria exhibición, Asier Olaizola ha cumplido con el objetivo de ganar, por lo menos, una ronda. Y Patxi Eugui ha salvado con dignidad lo que suponía un auténtico test luego de una temporada casi lacerante de lesiones y falta de seguridad.
A partir de ahora todo debe ser distinto. La eliminatoria que librarán el viernes por la noche en Azcoitia Martínez de Irujo y Aguirre puede ser una referencia de calidad y de espectáculo, si no se tuercen las cosas y no aparece el agobio en los protagonistas.