Diario de Noticias
Dos años después de ser inaugurado, el trinquete de Mendillorri no da de sí para acoger a todos los aficionados que desean practicar en él. Entre las escuelas municipales, los pelotaris del Centro de Tecnificación, los partidos de competición oficial, los torneos y las diferentes solicitudes de particulares, los horarios se encuentran mucho más apretados de lo que muchos suponían. Tanto que algunos ya reclaman que se construya otro trinquete público. «Nos haría falta para atender a todos los que quieren jugar», explica Javier Bariáin, director técnico de la Federación Navarra de Pelota.
A Bariáin no le sorprende el éxito del trinquete. «Es muy divertido y puede jugar cualquiera, porque la fuerza no resulta tan determinante como en el frontón y permite muchas más opciones de jugada. Está comprobado -explica pensando en los ejemplos de México y Argentina-: allí donde hay trinquetes, las gente pica y se engancha». El caso de Mendillorri es ejemplar. Muchos aficionados acuden a cualquier hora para practicar con paleta goma maciza e incluso con raquetas de tenis. «Es gente que acude a hacer ejercicio, a sudar un rato, pero se debería dar preferencia a las modalidades mundialistas. Nadie va con una pala a una pista de tenis».
el primer paso Mendillorri es la primera estación de lo que la Federación Navarra pretende que sea la recuperación de una modalidad que al sur del Bidasoa pasa momentos críticos. De este barrio de Pamplona han surgido 60 chavales de entre 7 y 14 años que se entrenan dos veces por semana en Mendillorri, Oberena y el Tenis, los tres trinquetes de los que dispone la capital navarra. A su cargo se encuentran dos monitores: Miguel Ángel Sanz y Sergio Urzainki.
«Es una labor de siembra, pero hay un inconveniente: no tenemos apenas competición. Falta que salga un club, que se organice y que esté dispuesto a competir. Entonces habremos dado el primer paso», dice Bariáin, que mantiene la idea de incluir al trinquete en los Juegos Deportivos. «Lo podríamos hacer en la categoría de mano en frontón. Así, los clubes que vinieran a Mendillorri tendrían que jugar en el trinquete y todos los manistas navarros lo conocerían, porque habrían jugado al menos una vez. De este modo sería mucho más sencillo conseguir que luego un chaval se pase al trinquete y adquiera todas las posturas. Es mi objetivo», dice.
La ausencia de un club que trabaje específicamente el trinquete supone un lastre que Bariáin quiere solucionar próximamente, quizá para el año que viene, aprovechando la cantera de Mendillorri. «De allí tienen que salir los futuros trinquetistas de Navarra». A Mendillorri se une el club de Tenis, que trabaja con éxito la paleta cuero (Altadill y Rodríguez, dos productos de su escuela, ganaron la Copa del Mundo el domingo) y Antxitonea. El recinto de Elizondo organizaba en los últimos años un torneo de mano que se vio afectado por la división de la pelota navarra, y es el único recinto útil fuera de la capital. El de Lekunberri sigue inutilizado.
trabajo con los mayores El Centro de Tecnificación, para pelotaris de entre 17 y 24-25 años, supone un nivel de exigencia ya superior, y trata de exprimir la escasa cantera navarra. Alrededor de 35 pelotaris de estas edades trabajan ahora en cinco modalidades: mano, paleta cuero, paleta goma masculina, paleta goma femenina y xare. Del Centro de Tecnificación han salido los pelotaris que representan a Navarra en el GAVN. En la primera jornada se venció con claridad a Álava y en la segunda se perdió por 5-4 frente a Vizcaya. «Tenemos un grupo muy majo en categoría sub’22», explica Bariáin. Kepa Arroitajauregi, seleccionador en frontón de la Vasca y responsable del trinquete de Abadiño se quedó encantado con el rendimiento de uno de los jóvenes navarros, Gorka Urtasun. «Me pareció un pelotari precioso, quizá el mejor que he visto últimamente en el trinquete».
el aliciente del GAVN Los mismos problemas -la falta de practicantes en la base, la escasez de instalaciones y de competiciones y la competencia feroz del frontón corto- afectan a la Comunidad Autónoma Vasca. «Ahora mismo tenemos tres trinquetes en Vizcaya, uno en Vitoria y otro en San Sebastián», explica Ixone Corrales, directora ténica de la Federación de Euskadi. Allí, las federaciones territoriales organizan los campeonatos provinciales y los mejores pasan a la Liga Vasca, donde tomaron parte unos 50 pelotaris en cinco categorías: mano cadete, juvenil y senior, paleta cuero y pala ancha.
«En Vizcaya -explica Arroitajauregui- hay un nivel majo en mano, pero apenas tenemos nada en paleta cuero y paleta goma. Algunos han empezado a entrenarse ahora a cuero, pero los que están participando en el GAVN son pelotaris que no habían tocado el trinquete. En mano, en cambio, sacamos unas 15 parejas por categoría». En Guipúzcoa la situación es algo mejor en herramienta, pero bastante precaria en mano, y en Álava, el grupo de Jokin Larrañaga trata de abrir brecha en una provincia con muchas carencias en todas las modalidades.
El GAVN, por lo tanto, ha supuesto aire fresco para la modalidad, y ha dado alicientes a todos los pelotaris. «La presencia de Navarra le da mucha competitividad», reconoce Arroitajauregi, que fue pelotari profesional y que, habiendo conocido el trinquete posteriormente, dice que quizá podría haber rendido más aquí: «Para los chavales es muy enriquecedor jugar a trinquete, porque adquieren posturas que en el frontón corto no se practican. En mano, por ejemplo, una volea de izquierda no se ve en la puñetera vida, y en el trinquete se hace continuamente. Pero claro, a un chaval que tiene la ilusión de jugar en frontón, que tiene el espejo de los profesionales, es un poco duro decirle que no vale para esto y que pase al trinquete».