Xala y Goñi ganan un partido tras el cual uno de los jueces fue agredido Titín-Elkoro 18 Xala-Goñi III 22
J.L. Ibarretxe / Deia
Una pena. Un energúmeno que saltó a la cancha para agredir a uno de los jueces empañó lo que había sido una final competida, dura y espectacular. La gran hinchada del Adarraga, que para nada está representada por el violento espectador estaba disfrutando de lo lindo, a pesar de que el resultado no le acompañaba. Sin embargo, los nubarrones más oscuros se cernieron cuando, nada más finalizar el choque, uno de los jueces fue atacado por una persona con la que, al parecer, había tenido una discusión durante la final. Borja Osés, el Juez Único de Competición de la LEPM, presenció en directo los hechos y exigió, en una decisión valiente y acertada, que se identificase al agresor y se redactase un acta firmada por los intendentes de Asegarce y Aspe.
Dejando de lado este episodio de barbarie, hay que decir que ninguno de los cuatro pelotaris que saltaron a la cancha merecieron perder. Fue una delicia de partido y contó con todos los ingredientes necesarios, dureza, equilibrio, remates espectaculares y un ambiente por todo lo alto. Las cosas se pusieron de cara para los “colorados”, que se adelantaron con un 5-2 gracias, sobre todo, al acierto de Titín, pero la situación varió drásticamente hasta instalarse el 8-13. Pese a que en un principio se podía pensar que los “azules” intentarían esquivar al de Tricio, lo cierto es que Yves nunca renunció al cuerpo a cuerpo en los cuadros “alegres” y firmó tantos de bella factura, valiéndose casi siempre de su prodigiosa zurda. En la zaga se veía otro cara a cara entre dos manistas que no perdían pelota y que atraviesan por un gran momento. Así las cosas, la igualdad era una de las tónicas dominantes y, tras el 12-14, Titín y Elkoro se adelantaron en el luminoso y se colocaron con un 17-14 en lo que parecía un momento de debilidad de sus rivales.
Xala tocado y Titín se funde
Xala, además, tuvo que retirarse a los vestuarios con el 15-14 debido a unas molestias en el tobillo, pero, en vez de disminuir su rendimiento, éste aumentó y firmó un tramo final sobresaliente. No le sucedió lo mismo a Titín, que acusó el desgaste físico y no anduvo fresco en el tramo decisivo.