Duelo ‘fratricida’, punto de desempate… y polémica | Olaizola I y Zearra, muy disgustados por el material con el que tendrán que jugar el domingo
P. A. / La Estafeta de Navarra
El duelo estrella de los cuartos de final del Parejas ya tiene el ingrediente que le faltaba. Si el atractivo estaba ya servido con el enfrentamiento fratricida entre los hermanos de Goizueta y con el todo o nada del desempate (Olaizola I-Zearra y Olaizola II-Otxandorena llegan a la cita decisiva del domingo con la eliminatoria igualada), ayer se añadió otro factor: la polémica (y fuerte) con el material.
Olaizola I-Zearra salieron profundamente disgustados de la elección que tuvo lugar ayer en el Labrit. El lote de pelotas presentadas por el seleccionador de la Liga de Empresas de Pelota Mano (LEP.M), Juan Mari Juaristi (que a su vez elige dicho lote a partir del que preseleccionan las empresas de los pelotaris, en este caso, sólo Asegarce), les dejó fríos, hasta el punto de separar sólo dos pelotas en señal de protesta –cada pareja puede quedarse con tres–. Los perjudicados no se mordieron la lengua, Juaristi se defendió, y los rivales, Olaizola y Otxando… salieron satisfechos, porque ellos sí que encontraron armas.
Material ‘muerto’. «Es normal que esté preocupado. Cuando voy a una eliminatoria, espero que haya material del gusto de las dos parejas. Pero ver sólo pelotas que
Les van a ellos no te agrada mucho», dijo Asier Olaizola, que buscaba bolas más vivas, de bastante más salida de frontis, para hacer daño en la zaga con su fuerte derecha. Además, apuntó que el problema viene de lejos. «Hemos cogido dos porque no había otra cosa. Después de la liguilla, en los dos últimos partidos se ha bajado un montón el material, y eso que las de esa fase tampoco eran exageradas: jugamos tres partidos en un frontón vivo como el de Eibar, y no sé si ha habido tres rebotes en total», explicó Olaizola I, visiblemente enfadado.
Su compañero, Oier Zearra, estaba también muy molesto. El zaguero vizcaíno despachó sobre el material presentado, aunque no quiso ver en este hecho una encerrona de Asegarce para facilitar el pase a semifinales a sus rivales, una pareja con mucho tirón entre los aficionados. «No quiero pensar en esas historias porque no lleva a nada. Quiero pensar que somos personas y todos nos equivocamos. Esto hay que olvidarlo, hay que intentar ganar con el material que hay. Estoy seguro además que vamos a hacer un buen partido», dijo Zearra.
El pelotari abundó en su explicación. «Asier y yo hemos demostrado que no somos pelotaris polémicos en ese sentido, si nos hemos quejado es con razón. No es el tipo de material que hemos encontrado en el resto del campeonato, y se me hace bastante extraño tenerlo en la eliminatoria decisiva. Llevo cabreo por dentro, pero cuando una cosa no está en tus manos, al final es en balde darle más vueltas», dijo.
La versión de Juaristi. Por su parte, Juan Mari Juaristi dijo que las pelotas «son buenas», y aunque reconoció que no las pudo probar todo lo que hubiese querido, ya que sufre un esguince, defendió el material presentado: «En este frontón, si pones más material, va al rebote… yo creo que están bien, pero si se han quejado, están en su derecho, yo lo respeto. El domingo veremos si valen o no», indicó.
Ésta es la primera ocasión en que una pareja separa tan solo dos pelotas para un partido y desdeña la tercera. «Para otra vez, sabemos que puede pasar esto. He elegido otra pelota que es de cuero vuelto, que me parece bonita. Ésta es una labor muy difícil, es complicado contentar a todos, pero a mí, la reacción de las pelotas me ha parecido correcta», insistió.
Ajenos a la polémica, Aimar Olaizola e Iñaki Otxandorena se mostraron satisfechos con el material elegido por ellos.Los dos esperan un encuentro igualado el domingo,…aunque esta vez, parece que saltarán a la cancha con algún tanto de ventaja.
Asier Olaizola: «Hay un par de pelotas que en el suelo van bien, pero en general, no salen de frontis. Es normal que esté preocupado. Cuando voy a una elección, espero que haya material del gusto de las dos parejas».
Oier Zearra: «No es el tipo de material que hemos encontrado en el resto del campeonato, y se me hace extraño encontrarlo en la eliminatoria decisiva».
Iñaki Otxandorena: «No es una cosa muy corriente y esperemos no verla en mucho tiempo. Cada pareja buscamos pelotas opuestas y la empresa habrá querido poner material para los dos… pero no lo habrán conseguido, según ellos».
Aimar Olaizola. «Son pelotas como las que hemos tenido en el resto del campeonato, nosotros no hemos tenido ningún problema».
Pesos. Olaizola I-Zearra jugarán el domingo con pelotas de 105,8, 102,9 y 105,8 gramos (una de ellas, de cuero vuelto, elegida por Juaristi). Por su parte, Olaizola II-Otxandorena buscarán el pase a semifinales con esféricas de 106,4, 107 y 107 gramos (estas dos últimas, en el límite del peso permitido).
La cita. Desempate de los cuartos de final del Mano Parejas (22-16 para Olaizola I-Zearra en Eibar y 22-18 para Olaizola II-Otxandorena en Idiazabal). El festival será el domingo en el Labrit (17.00 horas, ‘ETB 1’).
Semifinales. La pareja vencedora se enfrentará en la siguiente ronda a Irujo-Goñi III.
Ambién hay un partido
Al margen de la polémica por la elección de material, los cuatro pelotaris comentaron que se encuentran en buenas condiciones físicas para jugar el partido. Aimar Olaizola explicó que llega «bastante bien» al choque decisivo de los cuartos de final, aunque tiene algunas molestias. «Después del Cuatro y Medio he andado muy justo de manos, y eso se nota, me está costando recuperarlas. La izquierda la tenía bastante mal, pero va mejorando, aunque todavía me falta un poco de confianza», dijo. Su compañero, Iñaki Otxandorena, ha tenido problemas de manos a lo largo del campeonato, aunque está en buenas condiciones para jugar.
El zaguero de Oronotz Mugaire aseguró que la eliminatoria carece de favoritos: «Las dos parejas hemos dejado las cosas por decidir hasta el final, aunque tenemos posibilidades y ganas de dejarles fuera», dijo, y dio su visión de los dos encuentros anteriores: «Han sido partidos duros, en los que el zaguero que ha fallado ha inclinado la balanza hacia un lado».