Javier Urriza y Endika Barrenetxea IV separaron, en Galarreta, el material para la gran final del 34. Torneo Kutxabank-Campeonato Individual de Remonte. Cada uno separó tres pelotas antes de una final que enfrenta al futuro y presente del remonte. Uno y otro son parte importante en la actualidad y de los años siguientes en el deporte del remonte.
Ante la atenta mirada de campeones del pasado como Intxauspe, Mujika I, Matxin II, Aizpuru I o Eizagirre ambos pelotaris se lo tomaron con calma para separar las tres pelotas de un lote amplio. El primero en hacerlo fue Urriza, que necesito alrededor de veinte minutos para elegir sus pelotas. Acompañado y asesorado por su botillero Arcelus buscó el material que mejor se amolda a sus características. Sus tres pelotas de 130, 131 y 131 gramos «tienen un poco de bote» y terminó contento. «Cuando hay un lote tan grande quieres elegir bien y estás un rato eligiendo».
La clave de la final la ve como siempre. «El saque, el resto, el peloteo, la tensión… es el día más importante del año y controlar esa tensión es importante. Como en todos los mano a mano hay que ser valiente y hay que estar acertado en el saque y resto».
Urriza llega en un buen estad de forma como ha demostrado a lo largo del campeonato. «La verdad es que me encuentro bien. De momento estoy muy tranquilo, sin lesiones y dolores y con muchas ganas de que llegue ya el sábado».
De Barrenetxea Urriza destaca muchas cosas. «Ha tenido muvha progresión n los últimos años. Es el pelotari que más ha progresado. Con el saque es muy peligroso, también sabe terminar el tanto así que vamos a intentar que no juegue cómodo».
Barrenetxea IV jugará su primera gran final individual y Urriza agradece que se vayan incorporando nuevos rostros. «Es una buena señal. Habrá que ver como responde, pero espero que la veteranía en este caso sea un grado. Personalmente si esperaba que iba a llegar a la final. Le veía que iba a más y era cuestión de tiempo que despuntara en un torneo de este tipo. Ya ha dado un paso más en la edición de este año y esperemos que le cueste dar otro paso algún añito más» sostiene Urriza pensando que eso le permitiría vestir un año más la txapela.
Una txapela que sería su cuarta igualando a Matxin II. Esa experiencia puede venirle bien en la final . Espero entrar rápido en el encuentro y eche a sudar de inicio». Normal que diga eso, ya que el año pasado en la liguilla comenzó perdiendo 8-1 ante el mismo rival, aunque luego ganara por 30-24.
El hernaniarra jugará en casa. En su frontón y ante el público de su pueblo, pero Urriza también tendrá apoyos. «Vienen unos cuantos guerreros de Pamplona y de la comarca».
Barrenetxea también terminó contento con su elección, tres pelotas de 129, 130 y 131 gramos. «Había muchas pelotas y he quedado bastante satisfecho a pesar de que hoy las pelotas me han parecido diferentes a los de la semifinal. Hoy me ha costado más encontrar pelotas de mi gusto. Quizás ha sido así porque en la final afinamos más».
Al igual que en la semifinal el zaguero de Hernani buscaba comodidad. «Quería pelotas que no hagan extraños, tengan una trayectoria de mi gusto y que entren bien en la mano.No pienso en separar pelotas que perjudiquen a mi rival y he encontrado pelotas adecuadas».
El favorito es Urriza y Barrenetxea IV sabe que sus opciones pasan por el saque y por hacerlo todo bien. «Alguna opción de ganar habrá. Necesitó un día redondo para meterle en dificultades. En la final hay tensión, las gradas están llenas, la gente empuja mucho y quien mejor sepa sobrellevar esa tensión tiene mucho ganado. Habrá que ver quien reacciona mejor y lo cierto es que llego con poca presión. Mi partido era la semifinal y tras superarlo me he liberado de una carga importante que es la que tiene ahora Urriza».
«Con el saque he hecho muchos tantos hasta ahora en el campeonato, pero Urriza es un gran restador y sabemos que no le meteré tantos saques, pero dominar desde el saque ya es importante. Eso es necesario para que tenga alguna opción».
Urriza es para Barrenetxea IV el mejor pelotari del momento y que superarlo es complicado. «Pasarle con su 1.92 es dificiísimo, después domina el bote corrido como nadie, le pega fuerte, sabe terminar los tantos…».
El zaguero, que jugará de azul el sábado, ve que ser la principal referencia en la zaga en la actualidad le ha servido para mejorar mucho su juego para el mano a mano. «He ganado mucho en experiencia a lo largo del último año con los partidos que he tenido que jugar por parejas. Me exigen sacar, terminar el tanto, sujetar el partido y eso sin duda que ayuda a crecer y mejorar».