El seis veces campeón del individual denominado Torneo Kutxabank, Javier Urriza, y el finalista en dos ocasiones, Endika Barrenetxea, se citaron ayer en el frontón Galarreta de Hernani para elegir el material o en el argot bélico las armas para la final que les enfrentará el sábado 14 de setiembre en el mismo escenario.
Ambos veteranos y sabios en estas lides separaron las pelotas o el material que piensan que más les conviene. El primero en saltar a la cancha fue el defensor del título javier Urriza. Lo hizo a las 12.30 horas en punto y tras probar diferentes pelotas en doce minutos ya había separado las tres correspondientes. Su botilelro Seve Arcelus le acompañó en la elección y le ayudó dando recomendaciones.
El delantero de Pamplona separó tres pelotas ya usadas el año pasado donde dos pesaban 127 gramos y una era de 130 gramos. Las tres del mismo tipo.
Le cogió el relevo el hernaniarra Barrenetxea IV sobre las 12:45 horas. el zaguero fue algo más rápido, entre nueve y diez minutos, y su elección fue diferente. Dos pelotas eran usadas incluso el año pasado y una de este año. Dos pesaron 130 gramos y una de ellas pesó 127 gramos.
Después comparecieron ante los medios, primero para sacarse las fotos de rigor y después para responder a las preguntas de los periodistas.
El primero en hacerlo fue Urriza, que jugará de colorado. Será su octava final y espera calarse la sçeptima txapela. El material le convenció. «Había de todo y los dos hemos encontrado lo que buscábamos. No había material excesivo, a él le gusta la pelota con mucha salida por su forma de jugar, pero dentro de un orden encontramos lo que buscábamos».
Sobre el tipo de partido que se puede encontrar el sábado Urriza fue claro. «Un partido complicado y de rachas. Viendo como me jugó en la liguilla espero un partido similar donde tratará de variarme el juego, el saque, arriesga y trata de acortar el tanto. La verdad que es incómodo y estaré tratar concentrado y que las rachas sean más largas a mi favor».
La séptima no le obsesiona. «La tengo en la cabeza, pero cuando saltas a la cancha no piensas si es la primera, segunda, cuarta o sexta… me siento bien físicammente y con juego. Mi obsesión es dar mi mejor nivel y si luego el rival me supera no queda otra que felicitarle».
Endika Barrenetxea tenía muy claro que material separaron ambos contendientes. «Me he quedado muy a gusto con lo que he encontrado. Había mucho y variado para poder elegir. Los dos nos hemos decantado más por pelotas del año pasado. Las tres suyas son del 2018 y las mías dos eran de ese año y una nueva de este año. Las mías son nobles, de costura fina y de bote vivo. Las de Javi me han parecido dos muy buenas, de bote y una me ha parecido que era distinta. Es normal, nunca sabes como transcurrirá el partido y para poder cambiar el juego coger una más lenta es buena idea».
Barrenetxea prevé un partido duro para él. «Hace tres años pude jugar la final contra él, sé lo que es jugar contra Urriza. este año también me ha tocado enfrentarme. Está claro que contra Urriza los partidos sencillos no existen. El llega con mucha confianza con tres victorias. Yo jugué una más y por suerte con una victoria que me ha traído hasta aquí. Yo también llego con confianza. Cuando jugué la primera final hice cosas diferentes y las respuestas no fueron las que quería. Ví cosas y esta semana puliremos esos detalles y a ver si preparamos una buena estrategia».
Una estrategia diferente como se vio en la Liguilla. «Perdí, pero sigo creyendo que es la forma de jugarle, de poder hacerle daño y seguiremos en la misma línea variando mucho el juego, ya que en el tradicional se siente cómodo y se amolda rápido».