Tiburcio Arraztoa presenta su trabajo ‘Guante Laxoa, la modalidad más antigua de pelota vasca’
P. A. / La Estafeta de Navarra
La explicación de cómo el guante es la más antigua de las modalidades de pelota vasca, «por la remontada o xirrit, elemento técnico diferenciador de los juegos vascos respecto a otros»; referencias de los primeros partidos documentados, como las exhibiciones ante reyes; o una reseña del legendario encuentro entre Guipúzcoa y Francia a finales del siglo XIX, «el partido más grande de la historia de la pelota». El baztandarra Tiburcio Arraztoa, presidente de la Asociación Laxoa Elkartea, ha recopilado todos estos datos –y muchos otros– en su libro Guante Laxoa, la modalidad más antigua de la pelota vasca, que presentó ayer en Pamplona.
«Se trata de un libro que pretende de mostrar la salud del viejo laxoa, aunque debe ser desarrollado ahora por la gente joven. Es un patrimonio histórico y cultural que debemos mantener», indica Arraztoa. La primera edición cuenta con 500 ejemplares, que se distribuirán por varias librerías de Pamplona y del Norte de Navarra, a un precio de 20 euros. «Es un material que sale a la luz después de una larga investigación, tras consultar archivos, bibliotecas y también a la gente mayor», añade el autor.
En el libro pueden encontrarse multitud de datos históricos sobre el origen de la pelota vasca, además de una detallada explicación de la modalidad conocida como guante, «una herramienta de cuero encorvada y acanalada, entre los 900 y 1.000 gramos que es antecesora y origen de la cesta».
El fútbol del siglo XIX. La primera noción escrita del guante en el País Vasco data de un libro del jesuita Manuel de Larramendi, del siglo XVIII, que se refiere a la dureza de las pelotas empleadas, «que rompen uñas y dedos y abren las manos. Chorreando la sangre por entre el guante, se ha de acabar la partida», detalla. Según indica Arraztoa, era un deporte muy practicado en el siglo XIX: «Había plazas para practicar guante en muchos pueblos del Norte de Navarra». En Pamplona, eran célebres los partidos que se disputaban en Sanfermines.
El primer pelotari «legendario» fue Perkain, a finales del XVIII. «A partir de él se pueden hilvanar los acontecimientos relativos a la pelota vasca con continuidad», señala Arraztoa, «aunque se conocen nombres y partidos famosos desde mucho antes», como el partido en la plaza de Ituren de 1681. No obstante, el de mayor repercusión fue el Desafío de Irún, en 1846, que congregó a 12.000 personas en la plaza Urdanibia. «Los curas tenían prohibido participar, pero hubo uno, Gamio, que acudió, desoyendo al obispo de Pamplona. Tuvo que exiliarse ese mismo día a Francia», relata Arraztoa.
Impulso desde 1950. El libro se hace eco en su parte final del impulso recibido desde los años 50, gracias a la labor del párroco Jesús Jaimerena, así como de los campeonatos Interpueblos organizados desde 1979. Desde entonces, el torneo se celebra de forma ininterrumpida.