Xala: »He ganado el partido más bonito de mi vida»

Declaraciones concedidas al diario SudOuest

Horas después de enterarse que podría jugar su final el 3 de julio todo se atropellaba aún en la cabeza de un Xala dividido entre la felicidad de haber sido finalmente escuchado y la sensación del gran desorden vivido a lo largo de una semana de áspero conflicto. Pero el campeón bajo navarro que venía de ganar el caso sobre las dos empresas Aspe (la suya) y Asegarce así como la Liga de Empresas de Pelota Mano LEP.M, entidad privada organizadora del campeonato profesional, no tenía pelos en la lengua:

»He ganado el partido más bonito de mi vida. Desde que empezó este asunto me he sentido muy humillado. No me han tenido en consideración. Sin embargo, siempre supieron que podía estar en pie. En todo momento les pedí hablar y lo rechazaban. Me apartaron de una manera inadmisible. Me sentí muy mal y felizmente he recibido el apoyo de mucha gente…’’

Xala explica que los dirigentes del campeonato modificaron su decisión como consecuencia de la enorme presión recibida:

He llegado aquí porque mucha gente ama la pelota y me han comprendido. Han enviado muchos emails, los jugadores de mi empresa me han apoyado… He ganado, pero ante todo lo que quería era recuperar mi honor. ¡Hará falta que puedan mirarme a la cara!. Me han sometido a mucha presión, me decían que daba un mal ejemplo a los jóvenes, han tratado de culpabilizarme…

El pelotari añade que nunca había alzado la voz:

Desde hace diez años llevo trabajando para llegar aquí. Básicamente era ellos o mi persona. Todo esto les ha enseñado que cuatro o cinco personas no pueden decidir sobre todo. Para mí hitza hitz el respeto a la palabra dada es sagrado. Para mí el deporte es batirse en igualdad de condiciones. Quiero decir a las personas de aquí, al pueblo de Iparralde, cuánto me ha beneficiado su presencia al lado mío. Es importante que hayan sentido mis palabras, lo digo sin pretensión alguna, que hayan comprendido que estaba en mi derecho…Sabeis que he arriesgado todo, era la única elección que tenía. De otra forma me habría sentido humillado durante el resto de mi carrera como pelotari. ¡Esperemos que la final sea la cereza sobre el pastel!