Beloki, que hizo un buen partido en la ‘jaula’, cayó ante un rival en racha
P. A. / La Estafeta de Navarra
Cuando a un zaguero de posturas clásicas y golpe poderoso –Beloki– se le encierra en el Cuatro y Medio ante un estilista del remate –Xala–, no es extraño que caiga derrotado. Beloki sabía que no era favorito para alcanzar las semifinales, pero jugó bien sus bazas y dejó la sensación de que podía haber pasado de ronda… de no haberse enfrentado ante el nuevo especialista en la jaula.
Hasta este año, el francés nunca se había impuesto en un partido en este campeonato, pero está en plena eclosión y lo gana todo. En junio, fue subcampeón a todo frontón, y en los meses siguientes ha vencido en mil batallas por parejas. Ahora es el turneo del Cuatro y Medio, donde eliminó con holgura a Patxi Ruiz y a Iñigo Leiza (a ambos, por 22-8). Y ayer, logró con justicia el pase a la liguilla de semifinales.
El favorito comenzó mandando (2-9), en un arranque en el que Beloki estuvo demasiado frío y fallón con su izquierda. El zaguero estaba encorsetado no sólo por la distancia, sino por su obsesión de evitar el juego del rival: el aire y las jugadas de tiralíneas en los cuadros delanteros. Beloki se esforzaba en machacar en las inmediaciones del cuadro cuatro, pero Xala acababa enredando el tanto una y otra vez. Así, hasta que se quitó un corsé.
Beloki decidió ampliar su repertorio, hacer jugadas y difrutar en la jaula. El burladés está lejos de tener la agilidad de un delantero, pero comenzó a exhibir sus buenos recursos para la distancia (dejada, cortadas y dos paredes).
Del 2-9 se acercó hasta el 7-9, después de dos buenos saques y un par de grandes jugadas: una dejada al ancho perfecta, que dejó clavado a Xala en el cuadro cuatro, y un cortadón muy brillante hacia la pared, después de hacer correr al francés hasta la contracancha.
Las aptitudes de Xala. Comenzó así otro partido distinto, con tantos más disputados y alternativas, aunque Xala demostró tener aptitudes mucho más apropiadas para la distancia: piernas rápidas, golpeo fresco con ambas manos, un buen saque –ayer hizo siete, una cifra muy alta para haberse enfrentado a Beloki– y una gran imaginación para rematar los tantos. Con todo, el burladés pudo haber hecho algo más, de no haber tenido ese irregular inicio, aunque Xala se cuela con brillantez en las semifinales del Cuatro y Medio: ha demostrado buen juego, ilusión y grandes posibilidades.