El de Lekuine dio el susto al lastimarse el tobillo izquierdo pero estará en la elección de material de hoy
Jon Ormazabal / Gara
El Manomanista, y especialmente Xala, no ganan para sustos y, es que, si la semana pasada una gastroenteritis le obligó a aplazar una semana la disputa de la gran final, el de Lekuine sufrió ayer un esguince en su tobillo izquierdo y se vio fuera de la final por algunas horas. No obstante, el percance finalmente fue menor de lo que se temió en un principio y el lapurtarra estará presente en la elección de material que se celebrará hoy al mediodía.
Todas las alarmas volvieron a sonar ayer por la mañana cuando Yves Salaberri, Xala, abandonó cojeando el recinto donostiarra al poco tiempo de comenzar el entrenamiento a puerta cerrada el primero desde su gastroenteritis y se dirigió directamente a pasar consulta con su masajista. Posteriormente, más tranquilo tras la primera exploración, el pelotari, acompañado por Panpi Laduxe, acudió a Iruñea para ser reconocido por el médico de Aspe, Txema Urrutia, donde terminaron las angustias del lapurtarra, al corroborar que la lesión no es importante.
El parte médico ofrecido por la empresa durante la tarde de ayer habla de que «tras la exploración médica realizada se aprecia una distensión del ligamento lateral externo», es decir, un esguince de grado 1, el más leve de los posibles.
Según explicó el médico Txema Urrutia, ayer mismo se comenzó el tratamiento con electroterapia, crioterapia, drenaje linfático, antiinflamatorio y vendaje funcional, con lo que el doctor de la promotora eibartarra estima que, «estará completamente recuperado para el domingo, día de la final».
Lo peor de otra semana convulsa en lo extradeportivo es el estado de desorientación en el que vuelven a encontrarse los aficionados, con los penosos precedentes tan recientes. Y es que las dudas vuelven a sembrar la cita más importante del calendario manista.
La principal reside en saber cuál es el estado real del pelotari, que abandonó completamente abatido y sin poder articular palabra el recinto donostiarra. La elección de material programada para este mediodía puede ser un buen banco de pruebas para evaluar el estado del pelotari, pero como ya sucedió con Eugi en la Liguilla, podemos encontrarnos de nuevo ante un pelotari que no ofrece las garantías suficientes para afrontar un choque así, con dos percances que, sin ser graves, no le han permitido entrenar todo lo deseado.
Y es que el reglamento vuelve a poner a empresas y pelotaris entre la espada y la pared. Según el reglamento para la presente edición «si, concedido el aplazamiento y fijada la fecha para la final, un pelotari se encontrase imposibilitado para su disputa, su puesto será ocupado por el tercer clasificado en la liguilla de semifinales y si éste también se encontrar imposibilitado para ello, por el cuarto clasificado».
Así, en caso de que Xala no pudiese jugar el domingo, su puesto debería ser ocupado por un Aimar Olaizola que no ha disputado un partido desde que Xala le venciera en el Atano el 23 de mayo. El de Goizueta tiene previsto volver a las canchas este sábado en Gallarta.
La renuncia de Xala hubiera supuesto una prueba de credibilidad para la LEP.M. ¿Renunciaría Aspe a una txapela que tiene segura con la presencia de sus dos finalistas? ¿Cómo acogerían los pelotazales en una final así a un pelotari que en la liguilla previa no ha ganado un sólo partido y su único punto lo obtuvo con la renuncia de Eugi? Afortunadamente para todos, el percance de ayer de Xala no pasó de un susto y estará en la final. Que así sea.