Arkaitz Zarraga es uno de los pelotaris más en forma del momento y en los últimos meses está demostrando que poco a poco se está ganando un hueco entre los mejores. El de Algorta está haciendo frente en estos días al Torneo del 75 Aniversario del Club Deportivo y, pese a perder el pasado sábado ante Gaubeka-Aierbe, aún cuenta con opciones de clasificarse para la final. “Todavía ando con un poco de pena por la derrota, pero como no se puede hacer nada… Ahora a ver si tenemos suerte y obtenemos el pase gracias al tanteo”, indica el pelotari vizcaíno, que en esta competición forma alianza con Luján, el vigente campeón del Individual. “Junto a Vladi ando a gusto, pero ello también supone un poco más de presión para mí, ya que al jugar con él, yo también debo mostrar un nivel alto de juego”, destaca.
Tras haber sufrido varias lesiones en sus primeros años como profesional, entre ellas una fractura de codo de la que fue operado por el doctor Mikel Sánchez y un palazo en la cara que le dio involuntariamente un delantero rival, Arkaitz está gozando de continuidad, algo que le permite sentirse “muy bien dentro de la cancha. Cuando debuté parece que me perseguía el mal fario, pero ahora estoy jugando de continuo, preparándome bien físicamente y poco a poco voy entrando en partidos bonitos y cogiendo juego”. Pese a ello, admite que “puedo mejorar en el apartado físico y todavía debo habituarme a la velocidad que los primeros espadas imprimen a la pelota”.
Las próximas citas en el calendario de Emanbilbo serán el Parejas y el Mundial de pala, ante los cuales, Zarraga subraya que “siempre es bonito que se monten campeonatos de este tipo, porque viene bien para fomentar la pala. En Navidades ya se vio que acudió bastante público al frontón y eso es algo que siempre motiva al pelotari”. Precisamente, en una de las últimas competiciones de 2006, el Individual de Segunda, el de Algorta alcanzó el subcampeonato, algo que no le dejó muy buen sabor de boca, puesto que en el choque decisivo “anduve nervioso y agarrotado. Yo pensaba que era un palista tranquilo, pero ese día vi que no lo soy”.
No obstante, su balance en 2006 ha sido muy positivo y por ello, Arkaitz, que hasta el inicio de la adolescencia compaginó la pala con la mano, le pide a 2007 que “por lo menos, sea como éste y que no sufra lesiones”, concluye.