El guipuzcoano Patxi Zeberio ofreció ayer en el frontón Galarreta una lección magistral de jugar a remonte para lograr lo que parecía un imposible en la víspera, como lo era calarse la txapela del Máster Pacharán Baines. El 40-27 definitivo, que llegó tras más de una hora de juego aguerrido y de pelear cada tanto, él e Igor Agirrezabala dieron la campanada, remontaron los diez tantos de desventaja de la ida y hundieron a sus rivales, los jóvenes navarros Santi Uterga y Miguel Mari Urrutia, que esta vez jugaron a medio gas, sin ritmo ni ideas, y que salieron de la final y del frontón por la puerta de atrás. Zeberio II, que la pasada campaña ganó tanto el Torneo Faustino (parejas) como el Casino Kursaal, demostró una vez más su carácter ganador para apuntarse la primera edición del Baines; para su compañero, Agirrezabala, se trata del primer trofeo importante como remontista profesional.
El 30-40 de la ida hacía pensar en un partido más o menos peleado por la victoria, pero nunca por la eliminatoria. Sin embargo, muy pronto se vio que eso no sería así, en un arranque colosal de un Zeberio II competitivo el límite (15-5), y que encontró un gran socio en Agirrezabala: el zaguero azpeitiarra hizo a las maravillas lo que sabe, pelotear con sentido y asegurar el tanto, y con eso bastó ante dos rivales desconocidos esta tarde. Urrutia, que había machacado con su saque en casi todos los partidos del Máster, no supo esta vez evitar a Zeberio II, y así el choque se convirtió en una exhibición de las muchas cualidades físicas y técnicas del delantero de Elduaien (20-6, máxima diferencia). Su ritmo asfixiante bajó un punto mediado el encuentro ante un Uterga que se entonó con el paso de los minutos. El partido vivió un rato lento, con excesivos parones que deslucieron mucho el juego para el espectador, aunque nunca peligró esa ventaja de entre 10 y 12 tantos lograda al principio (22-10, 25-13, 31-19…).
La cosa se puso bastante emocionante en el tramo final, no ya por el ganador del partido en sí, sino por la resolución de las txapelas. Pero a Uterga y a Urrutia, a los que les bastaba con hacer 31 tantos para llevarse los premios (y 30 para forzar un desempate a 10 tantos más) se les hizo cada vez más pequeño el frontis, ante el empuje de dos rivales embalados. Y así, con la impotencia del que se sabe con gran ventaja y la despilfarra sin darse cuenta, los navarros se quedaron con cara embobada y a las puertas mismas de la gloria de los merecidos campeones, Zeberio II y Agirrezabala.
Marcador: 2-0 / 5-1 / 9-3 / 11-5 / 16-5 / 20-6 / 20-8 / 22-10 / 22-12 / 25-13 / 26-17 / 30-17 / 31-19 / 32-30 / 32-22 / 35-22 / 37-23 / 37-26 / 38-27 y 40-27.
Uno a uno: Zeberio II acabó el encuentro con 21 tantos hechos y 4 fallos; Agirrezabala, con 7 terminados (3 en el peloteo y 4 saques) y 3 errores; Uterga, con 16 hechos y 5 errores; y Urrutia, con 4 hechos (1 saque) y 8 fallos (una falta de saque).
Vestuarios:
Hasta Patxi Zeberio se mostró sorprendido por levantar la eliminatoria y lograr la txapela – “habrá que decir que existen los milagros”, bromeó-. “He salido a la cancha con ganas de jugar, pero yo veía posibilidades de ganar el partido, no el campeonato. Sin embargo, hemos empezado realmente fuertes, hemos alcanzado pronto una buena ventaja y después la hemos sabido mantener. La verdad es que hasta el tanto 15 he trabajado mucho para ponerle ritmo al partido… y después he sufrido un pequeño bache, aunque afortunadamente me he repuesto al final”, explicó el pelotari, que reconoció que fue un encuentro extraño. “Ha sido raro, porque al haber jugado una ida, casi sin querer estás constantemente con la calculadora en la mente para saber cuántos tantos hay que hacer. Quizá eso les haya afectado”, comentó.
Su compañero, Igor Agirrezabala, estaba más feliz que unas pascuas. “He ganado mi primer campeonato en primera, y eso para un pelotari joven es algo bonito. Yo he intentado estar en mi papel: he tratado de quitarle pelota a Uterga, para que no se metiera en el partido. Era difícil la remontada, pero hemos apretado bastante y lo hemos conseguido”.
Miguel Mari Urrutia, el pelotari que más había destacado en el torneo, era la otra cara de la moneda. “No he jugado nada, había unas pelotas muy secas y no le conseguido evitar a Zeberio en ningún momento. Siento una impotencia increíble tras perder hoy”, dijo el zaguero de Saldías, que insistió en las características del material. “Sé que sólo había que hacer 31 tantos para ganar el torneo, pero no nos hemos confiado por eso, ya desde que he probado las pelotas al principio he visto que eran muy secas y que íbamos a sufrir. Ha sido una pena porque me he encontrado muy bien durante todo el campeonato”, concluyó.
Por su parte, Santi Uterga mostró también su decepción tras ver escapar una txapela que tenía en la mano. “Ahora nos acordamos del 9-1 que nos hicieron en el Labrit en la ida, cuando salimos dormidos… Lo cierto es que hoy Patxi –Zeberio- ha manejado el partido como ha querido y me ha superado ampliamente. Y a nosotros no nos salía nada. Pero bueno, pese a este desenlace, al menos hemos llegado a la final… por lo que tan mal campeonato no habremos hecho”, reflexionó el delantero de Santesteban.